Introducción
Tecnicamente
el Setter Inglés es un perro
cazador. La elegancia y belleza del Setter Inglés
también le ha permitido ser un perro de
exposición. Realmente existen dos líneas en esta
raza. Una que se destaca en el campo y la otra que lo hace en el
círculo de las competencias de conformación.
Aquellos
del campo llegan a ser uno de los perros
preferidos entre los perros de muestra. Una de sus habilidades es
señalar al igual que lo hacen los pointers. Otra cualidad
muy apreciada de este perro como cazador es que tiene la boca suave, no
daña la presa cuando la cobra.
En el presente este perro tiene buena
popularidad en los Estados Unidos mientras que no es uno de los
más comunes. De acuerdo a las estadísticas del
AKC, el registro de cachorros en 2001, 2002 y 2003 fue de
más de seiscientos cachorros cada año. Lo cual es
muy deseado por los criadores y deportistas, pudiendo hasta cierto
punto mantener un control sobre la raza.
Historia
Puede,
perfectamente, decirse que el padre de este
maravilloso perro de caza, de origen inglés, fue Sir
Lawerack y, normalmente, a esta raza se le da injustamente el nombre de
Setter Lawerack, pues esta línea es muy rara en la
actualidad.
Hacia
comienzos de la segunda mitad del siglo XIX,
partiendo de los mejores perros entonces existentes en Gran
Bretaña, Sir Lawerack, trabajando con una estricta
selección, cruzando a menudo perros de estrecha
consanguinidad, fijó el tipo actual sobre el cual
después escribió, en 1872, una obra de gran
interés que aún mantiene su vigencia. A
él siguió Mr. L. Llewellin, que afinó
las formas e hizo más gentil el aspecto general del Setter.
Pero si ésta es la historia más reciente, los
orígenes del Setter son mucho más antiguos.
Descendiendo, probablemente, del Braco español, el Setter ya
era conocido en Inglaterra en pleno Renacimiento como lo atestigua un
escrito, fechado en 1570, del doctor Caius. Sin embargo, hasta finales
del siglo XIX se constituyó casi exclusivamente en el perro
de caza de los ingleses.
A
partir de ese momento comenzó su
difusión por Europa, donde, de inmediato, fue apreciado por
sus cualidades naturales de excelente cazador.
No
sólo en Inglaterra se cuida y trata con
esmero y estrictos criterios de selectividad a esta raza, sino que lo
mismo sucede en otros países de Europa, donde el
número de ejemplares criados es realmente elevado. Por
tanto, no resulta nada extraño ver cómo en muchas
exposiciones caninas y en competiciones europeas, los ganadores
absolutos son por lo general ejemplares de criaderos que no son
precisamente ingleses.
El
origen de su nombre está directamente
relacionado con sus peculiares características. Dicho nombre
deriva, en efecto, de la transformación de sitting spaniel
(to sit en inglés). No se trata de una definición
casual: efectivamente, en el momento más importante de la
caza - la parada -, el setter se sienta (o mejor se echa) antes de
inmovilizarse
Temperamento
y carácter
El
carácter es un bien natural, que con mayor
o menor prodigalidad, tienen entre otros los animales; este se consigue
como un bien individual a través de una cultura
genética fruto de la selección, que puede
enmascararse con una educación, pero nunca modificarse. El
setter inglés, cuando se tiene la certeza que procede de una
extraordinaria genealogía y responde físicamente
a las características étnicas de la raza,
normalmente es un perro que posee un buen carácter.
En concreto, tiene un
carácter
dócil, obediente, atento, y facilidad de aprendizaje,
siempre dispuesto a seguir las ordenes del cazador; aparentemente
nervioso y enérgico, pero siempre controlado, es
tremendamente doméstico y sólo necesita un poco
de limpieza y cuidados al volver de la jornada de caza. Aunque todo
cuidado que se le pueda dar lo agradecen.
El setter
inglés por su naturaleza es
tendente a ser un perro reflexivo; utiliza sobre todo de forma
analítica el viento, elemento indispensable para aplicar la
potencia olfativa, interpretando el terreno de la forma más
adecuada para encontrar la caza lo más rápida y
eficazmente posible.
Tendremos que tener
en cuenta que no solamente para esta
raza, sino para cualquier perro de caza, sin una buena
alimentación, complementada con una buena
preparación física adecuada, estamos abocados a
quedarnos sin auxiliar de caza en el momento más interesante
de la misma, siendo más un estorbo que una ayuda.
Adiestramiento
Está
dotado incluso de un sentido de la caza
tan desarrollado, que simplemente se le debe guiar y controlar, sin
forzarlo en modo alguno ni lanzarle reprimendas - o castigos - que
puedan herir su susceptibilidad. Se trata de un perro sensible,
cualquier castigo duro que se le pueda ejercer será muy
sentido y podría bajar su rendimiento. La tarea del
adiestrador-cazador se ve muy facilitada por las dotes naturales del
setter. Basta con secundar , incluso exaltar , sus extraordinarias
dotes naturales para la caza.
Alimentación
Las necesidades
alimenticias de este perro de muestra
son para los machos de 1.530 a 1.680 Kcal. diarias y para las hembras.
1.460 a 1.580 Kcal. diarias. Estos datos, considerados como
ración de mantenimiento mínima, deben aumentarse
para los ejemplares sometidos a una intensa actividad física
hasta llegar a las 5.000 - 5.500 Kcal. diarias. Util para las hembras
en estado de gestación, durante la lactancia y para los
cachorros e incluso los ejemplares adultos que presenten ciertas
carencias, es el suministro de complejos
mineral-vitamínicos. Entre las vitaminas recordemos las A, C
y D y el grupo de las vitamina B.
Cuidados
Además de
la alimentación
adecuada, para una perfecta higiene del perro son necesarios: un
control de las heces que debe realizarse varias veces al año
en un laboratorio de análisis clínico de
confianza, que permita determinar la eventual presencia de
parásitos; riguroso programa de vacunaciones que tengan en
cuenta las enfermedades infecciosas más comunes de la
región.
Bibliografía
http://www.irdecaza.com/Perrosdecaza/SETTER/SETTER.HTM
http://perros.mascotia.com/razas/caza/setter-ingles.html
http://www.perrilandia.com/setter/index.htm
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